No es
extraño encontrar en el mundo moderno, personas que sin ser espectadores o
actores directos de las cosas o al menos no tener conocimiento de la materia,
entregan una ignorante opinión sobre algún tema, sin importar que los actores,
espectadores o conocedores del tema queden con un sin sabor del comentario.
Ahora es
normal ver en el mundo personas que desean llamar a los cuatro vientos la
atención, cada vez llegan a extremos tanto físicos como mentales por esto:
podemos ver como adolecentes se cortan las venas en pro de “liberar sus
sentimientos y problemas” o como fingen tener graves enfermedades mentales solo
para llamar la atención. No es raro que una niña tenga como descripción de una
de sus fotos “loquita bipolar” haciendo que día a día estos términos sean
vulgarmente usados por la gente común, restándole su verdadera importancia.
Hoy quiero
hablarles de algo que a primera vista es un “problema muy difundido”. Hablo de
la falta de autoestima; ustedes dirán, es simple, solo debes empezar a
quererte, y yo esperaría que fuese así de simple: todo a tu alrededor
normalmente está bien, eres un ser humano rodeado de otras personas que siempre
son mejores en algo en que tú quieres ser bueno, que además de superarte están
mirando cada uno de tus movimientos, buscando el punto débil para atacarte y
acabar contigo sin más.
Pero esto
no acaba aquí, de una manera milagrosa y como si tú les susurraras al oído tus
secretos ellos cada vez que dicen algo o con una acción sin ser consientes
ellos mismos están tocando tus fibras más internas, están jugando con tu auto
percepción, y cualquier comentario por malintencionado que sea, por pequeño o
inconsciente que sea entrará a tu mente y empezará a jugar con ella, esta se
unirá con anteriores pensamientos y en tu cabeza empezarás a hilar razones que
no tienen sentido y todo apunta directamente a ti, a tus debilidades y a cada
una de tus acciones.
Sin embargo
tu eres fuerte, con los años has aprendido a sobrellevar tus errores y
aceptarlos, porque es más fácil para ti aceptar que todo es tu culpa en todo
momento que intentar tan siquiera buscar otras causas externas, pero cada una
de las acciones del exterior como dije antes empezara a generar un juego en tu
cabeza, incluso tus mismos pensamientos estarán buscando hilar conexiones
ilógicas entre errores pasados para sentirte aún más culpable de lo que sucede.
Tú eres el centro de los problemas del mundo y poco a poco has aprendido a
vivir sabiéndolo.
Pero todo
no acaba aquí, porque hay personas a tu alrededor que al descubrir que pueden tocar
lo más profundo empiezan a disfrutarlo, y mientras tu sabes lo que sucede, ya
que no eres idiota, dejas que los demás jueguen contigo, que te manoseen y te
escupan, y una vez más te culparás por lo que sucedió.
Y para
empeorar la frágil idea de ti mismo encuentras que tu peor enemigo te espera
todas las noches cuando vas a cerrar los ojos, es la soledad. En la oscuridad
de la noche, el silencio es propicio para que te encuentres contigo mismo y en
este momento descubres cada noche que eres un ser egoísta, que eres lo peor que
le pudo suceder a los que quisieras llamar tus amigos, pero tienes miedo a
herirlos, quieres llorar y liberar todo lo que está en tu mente pero no puedes
-eso sería egoísta- , no puedes liberar nada… todo está en tu mente, segundo a
segundo pasan frente a ti imágenes que refuerzan tus ideas, estás solo; volteas
para abrazar a alguien y te encuentras solo en el vacío de tu soledad, porque
aunque este a alguien a tu lado sabes que no te entenderá y creerá que al igual
que otras personas buscas atención, pero es lo último que quieres, llamar atención a más personas que puedan
hurgar tu interior, prefieres estar solo y una vez más entras a tu mente a
seguir sufriendo porque en el interior sabes que lo mereces.
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